● La campaña de los dirigentes de MONDRAGON contra la libertad de adhesión de los socios y socias cooperativistas de ULMA reafirma la necesidad de proteger su autonomía de gobierno frente a las injerencias.
23·11·22. Las nueve cooperativas de ULMA someterán a la aprobación de sus 2.789 socios y socias, el día 16 de diciembre de 2022, reemplazar su vigente relación como entidades adheridas a MONDRAGON Corporación Cooperativa, Sociedad Civil, por un modelo basado en convenios de mutuo acuerdo para el fortalecimiento del sistema cooperativo.
Tras iniciar un proceso de debate interno, con más de 38 sesiones informativas ya celebradas, las cooperativas de ULMA han decidido publicar la convocatoria de una Asamblea Extraordinaria, en la que se propone «Aprobar el nuevo modelo relacional con MONDRAGON Corporación Cooperativa, Sociedad Civil (“MONDRAGON”), que consiste en acordar: (i) la baja de ULMA, s. coop. en MONDRAGON y acuerdos derivados de la misma e (ii) instruir al Consejo Rector de Grupo ULMA, s. coop. para que trate de promover colaboraciones futuras con MONDRAGON para el desarrollo del movimiento cooperativo e impulse el desarrollo normativo necesario para que las aportaciones hasta ahora realizadas a los fondos gestionados por la fundación MONDRAGON se puedan seguir destinando al desarrollo del movimiento cooperativo».
Desde el primer momento, sin permitir siquiera que concluyese el proceso de reflexión, los socios y socias cooperativistas de ULMA han sido objeto de una campaña de presión por parte de los responsables de MONDRAGON a través de diferentes medios y canales de comunicación.
La última expresión de esta conducta ha sido la distribución entre todas las cooperativas adheridas de un documento en contra de la propuesta presentada por Orona y ULMA para flexibilizar la organización de MONDRAGON, propuesta que no ha sido transmitida a sus miembros de una forma íntegra y veraz.
La propuesta consistía en facilitar a todas las cooperativas que lo considerasen un modelo de pertenencia basado en convenios de intercooperación. MONDRAGON rechazó de forma categórica presentar esa propuesta como ponencia al Congreso, a pesar de que fue entregada dentro de los rígidos plazos y formas establecidos por el reglamento.
Estos ataques contra los tres primeros principios cooperativos de MONDRAGON (libertad de adhesión, participación democrática y soberanía del trabajo) no han hecho sino confirmar la necesidad que tiene ULMA de proteger su autonomía de gobierno frente a las injerencias que amenazan la fortaleza de su proyecto industrial.
Modelo relacional abierto, ágil y eficaz
Las cooperativas de ULMA han contribuido al modelo del MONDRAGON cooperativo desde sus orígenes hace más de 60 años, sin embargo, sólo han pertenecido a la estructura de MONDRAGON Corporación Cooperativa, Sociedad Civil (el MONDRAGON corporativo), durante los últimos 20 años de su historia. Y en este tiempo, se han visto en la necesidad de promover continuos cambios en las normas de gobernanza de la entidad para superar las injerencias que les impedían construir un grupo cooperativo comarcal fuerte.
Dos ejemplos de ello, los encontramos en los esfuerzos que fueron necesarios para superar la división sectorial que nos exigía MONDRAGON, o el terrible esfuerzo que supuso la creación de ULMA INVERSIONES, iniciativa que nos permitirá afrontar las inversiones necesarias para fortalecer nuestro desarrollo industrial.
Cada uno de estos cambios han sido planteados por ULMA con carácter universal para promover el respeto a la diversidad de las diferentes experiencias cooperativas en el área industrial. Sin embargo, han tenido que salir adelante a costa de tensiones innecesarias dentro de los órganos de gobierno de MONDRAGON. Esta misma dinámica ha vuelto a producirse este año hasta alcanzar un grado insostenible.
Por este motivo, las cooperativas de ULMA someten a la aprobación de sus socios y socias un modelo de relación más sostenible y razonable con MONDRAGON Corporación Cooperativa, Sociedad Civil, que no se fundamenta en la imposición de adhesiones, sino en el consenso de convenios para una mejor intercooperación.
Como consecuencia de este modelo, las cooperativas de ULMA no van a dejar de aportar recursos económicos ni humanos a los grandes proyectos del MONDRAGON cooperativo, como los de Laboral Kutxa, Lagun Aro o Mondragon Unibertsitatea, que han contribuido a desarrollar desde siempre, en beneficio de sus socios y socias y de la sociedad.
Tampoco este modelo de relación supone riesgo alguno para la viabilidad del Mondragón corporativo. La única consecuencia económica de la baja de las cooperativas de ULMA como adheridas es que los 1,85 millones de euros que destinan, de media anual, a los fondos cooperativos administrados por MONDRAGON Corporación Cooperativa, Sociedad Civil, pasarán a ser gestionados, para los mismos fines, por la fundación de ULMA. Y nada impide que esos fondos se destinen a programas y proyectos impulsados desde MONDRAGON, si se conviene que son los mejores en un contexto de respeto mutuo.
Por todo ello, desde las cooperativas de ULMA se apela al sentido de la responsabilidad de los directivos de MONDRAGON para que aborden esta situación evitando promover enfrentamientos tan nocivos como estériles para el futuro del movimiento cooperativo y respetando la autonomía de decisión de las cooperativas.