El Grupo ULMA habilita la recepción de su sede central para que los socios y trabajadores con vocación artística exhiban sus obras.
La iniciativa se ha inaugurado con la exposición fotográfica de Natxo Santos, que retrata la belleza pausada de los paisajes de Oñati.
El silencio de un paisaje, la quietud de la naturaleza y el diálogo mudo de la arquitectura conforman los primeros compases de una iniciativa promovida por la Fundación ULMA para que los trabajadores y socios del Grupo ULMA con aficiones artísticas den a conocer su trabajo. El proyecto consiste en habilitar un espacio en la recepción del Grupo ULMA en su sede central de Oñati para convertirlo en una sala de exposiciones abierta al público donde los empleados den rienda suelta a su creatividad. El espacio permitirá a los trabajadores de los ocho negocios del Grupo ULMA conocer la obra de sus compañeros, pero también al público en general.
La iniciativa acaba de arrancar con la exhibición de unas 20 fotografías impresas en cartón pluma realizadas por Natxo Santos, quien trabaja en la línea de encofrados de ULMA Construction y siente auténtica pasión por la fotografía. Natxo Santos ha presentado una selección de instantáneas que retratan rincones de Oñati, en las que los edificios del municipio establecen un diálogo con el espectador a través de reflejos en espejos de agua o siluetas recortadas por un amanecer.
El artista transita las calles de la ciudad en busca de imágenes, pero también los parajes naturales que la rodean y logra componer un hilo narrativo tejido a través de silencios. Santos se muestra muy satisfecho con la iniciativa porque ofrece una oportunidad única para dar a conocer piezas artísticas que difícilmente abandonarían la intimidad del hogar si no fuera por este proyecto.
“Yo creo que es una propuesta fenomenal porque hay muchas personas que saben hacer cosas y no disponen de un espacio en el que exhibir su obra. Que la empresa abra sus instalaciones para que mostremos nuestro trabajo es una oportunidad”, asegura. En su opinión, esta iniciativa es un acicate que servirá de estímulo para que otros empleados-socios con habilidades artísticas se animen a mostrar el fruto de su trabajo.
“La gente está esperando a tener la posibilidad de mostrar su trabajo. Si no es por este tipo de iniciativas no se vería”, razona.
Con el objetivo de darle la máxima visibilidad, la Fundación ULMA no ha restringido la muestra a los trabajadores, sino que la promociona en las radios locales para que el público general se acerque a contemplarla. La iniciativa se enmarca dentro de las actividades de la Fundación, que pretende contribuir al desarrollo social como reflejo de los valores cooperativos del Grupo ULMA.
El impacto de la muestra no se ha hecho esperar y son muchos los curiosos que se acercan a la sede del grupo para comprobar en directo la calidad de la exposición. Miguel Ángel Irizar, vecino de Oñati y jubilado, reconoce su afición a la fotografía y se ha sorprendido con esta muestra.
“Me gustan mucho las fotos de Natxo. Es un fenómeno, tiene un gran olfato para dirigir la imagen”, dice Irizar, quien añade que la iniciativa le parece una buena ocasión de dar a conocer la obra artística de los socios y trabajadores del Grupo ULMA.
“Que se exhiba en el hall de una empresa como ULMA me parece una idea extraordinaria. Es accesible a cualquiera que pase, permite que lo vea mucha gente”, asevera.
La iniciativa de la Fundación ULMA tiene vocación de permanencia y los responsables del proyecto están en contacto con otros socios y trabajadores para que se sumen al proyecto. El Grupo ULMA tiene la intención de alimentar el proyecto durante todo el año con nuevas muestras y exposiciones gracias a la colaboración de todos aquellos trabajadores y socios que quieran participar en la iniciativa y compartir con Oñati su contribución al arte.